Dos alegrías

Encender mi ordenador, iniciar el Explorer y comenzar mi lectura diaria de la actualidad en la red me ha traído hoy un par de agradables sorpresas.

La primera no es de gran relevancia para lo que me suele convocar a esta disciplina del teclado: mi admirado Fermín Bouza cita este blog en una entrada de ayer domingo. No creo que se deba a la calidad literaria de este espacio, seguramente, pero siempre se agradece la cortesía, máxime en una persona de la talla del Sr. Bouza. Gracias pues, querido Fermín.

La otra agradable novedad del lunes viene, esta vez, de mano de LVdG. Mi rutina habitual consiste en comenzar el escrutinio de la prensa (electrónica) gallega por el heraldo oficial del "Reino", por supuesto sin olvidar dar un paseo por sus páginas de opinión para pulsar el tono de sus "tribunos". Bien, pues dentro de esa presunta aunque falsa equidistancia ideológica, esa supuesta neutralidad acrítica que LVdG se esfuerza por ofrecernos, un Sr. llamado Barreiro Rivas aterriza sus reflexiones en un ejercicio de coherencia y solvencia intelectual implacables dentro de este periódico que, con el paso de los meses, cada vez se parece más a un "pasquín" nacional-catolicista. Todos los lunes, también jueves, creo, y sábados suelo estar pegado a la pantalla para dar buena cuentra de sus tribunas. No obstante, si esto es lo habitual, vds. se preguntarán que supone esto de novedad: respondo.

Viene de lejos el compromiso de este señor con la lengua gallega y con el galleguismo, siempre desde una perspectiva de centro, pero con un talante profudamente progresista. No siendo algo nuevo, insisto, mi alegría mañanera de hoy viene por la lectura de su columna, que no puede llegar en mejor momento. Hasta hoy, aunque ya había "enseñado la patita", Xose Luis Barreiro no opinara de manera tan clara contra el "rebumbio" del PP en el sempiterno tema del decreto del gallego, tumbando, con ayuda de sus fundamentos de derecho, su análisis económico y su explícito compromiso galleguista, todas los "encuadres" populares (y los de sus satélites) acerca de la cuestión.

Que personas del prestigio del catedrático Barreiro, en un medio como este, y desde argumentos sólidos, pragmáticos, modernos y moderados hagan una defensa inequívoca de nuestra lengua siempre es motivo de alegría e ilusión, especialmente a tiro de lunes a las 9:00h.