12 maio 2009

La corbata y los Ducados

Llevo varias entradas intentando inteligir lo que se cuece en el nacionalismo gallego, sin éxito, como han podido constatar, pero insistiendo en la necesidad de una profunda reorientación de su mensaje político. Desde luego, ese posicionamiento debe fundamentar la acción política de un partido -vale, o una "fronte"- pero no es el único polo sobre el que debe pivotar su actividad. H e hablado aquí sobre otros aspectos, claves en el terreno político, puesto que conforman su praxis esencial y deben estar supeditados a una estrategia de penetración -en el caso del BNG también de permeabilización- en el electorado. Estos aspectos de gestión, casi diría, en términos puramente empresariales y anglosajones, de management, aunque no son suficientes, sí se antojan como necesarios, y cuestiones como el posicionamiento de la marca (política), la imagen que se proyecta, el tono del discurso, etc -en el blog de Fermín Bouza pueden conocer mejor, de la mano de un experto, todos estos resortes- resultan imprescindibles a la hora de afrontar cualquier cálculo político. Todo esto debería formar parte de una estructura conceptual que, bien cimentada, debería actuar como coadyuvante del contenido político, económico, social que tenga por fundamento una organización política. Pensar en otros términos, renunciando a toda esta "mercadotecnia política", es respetable, faltaría más, pero ajeno a cualquier tipo de enfoque realista de la política y de la democracia participa occidental, con los matices que, obviamente, puedan aplicar.
Esto viene a cuento, de nuevo -reconozco mi neurosis, no teman- por la elección de Guillerme Vázquez como Voceiro Nacional do BNG. Este señor, con todos mis respetos -líbreme Dios de negar su capacidad intelectual, de trabajo, su honestidad política, su compromiso-, ni por su ética ni por su estética puede ni siquiera plantearse de una manera seria alcanzar unos resultados, no ya solventes, sino mínimanente representativos. Con este señor, que no tiene carisma, no engancha, con estética de profesor de secundaria el BNG no llegará ni siquiera a contar en las encuestas, desaparecerá de los mapas.
Digo, entonces, volviendo a lo que me traía aquí, y siguiendo el post anterior: si ideológicamente el nacionalismo gallego diseña políticas para la prole de la máquina de vapor mientras lo que se discute aquí es cuando llegará el AVE a Galicia, y, por tanto, desecha cualquier posibilidad de anticiparse la debate de ideas, ¿dónde está, por lo menos, la renovación de rostros? ¿Dónde está el recambio gerenacional, la ilusión? ¿Para qué ha servido entonces este congreso?
En resumen, ¿piensa la militancia del BNG que este Sr. era lo mejor que les podía pasar? LLega el verano, y la pana da demasiado calor; y el Ducados cuesta ya como el rubio, así que nos pasaremos al Malboro.

1 comentário:

Lostrego disse...

A ver, quien tiene carisma en el BNG?

Aymerich con su voz fina y su mala hostia permanente (vid debate con Lage )
Guillerme Vazquez con su ronco son aguardentoso de finas hierbas
Anxo Quintana, con esa medio sonrisa entre "soy la hostia" y "me estan dando de hostias"

Pues como suele suceder, la esperanza blanca está en Teresa Táboas.

Aunque yo, irmandiño declarado, me sigo quedando con Beiras, cuya cabeza pensante da sopas con honda a toda la nomenklatura de la UPG y a los anteriores descritos.

*He sido burdo, lo reconozco, al realizar una crítica simplista basada en la mera estética de los presentados -salvo Aymerich en parte-, pero no me ha sentado bien la merienda y soy un zote desmedido